Analizar los gastos realizados hasta el momento y evaluar la necesidad de hacer nuevos puede sacar a flote el presupuesto familiar durante la Semana Santa.
En época de vacaciones es común que surjan desembolsos no planeados, compras de último minuto o inclusive caprichos que pueden golpear las finanzas del hogar.
Idealmente en estos periodos las familias deberían echar mano de ahorros previamente acordados, sin embargo, el crédito (incluido de tarjeta) es una herramienta que puede funcionar si se utiliza con cautela y responsabilidad.
Para evitar que su presupuesto termine “revolcado” en una ola de deudas, lo mejor es que siga las siguientes recomendaciones dadas en el pasado por la propia Oficina de Defensa del Consumidor Financiero (OCF), un ente de autorregulación creado por los bancos del país:
- Revise diariamente el presupuesto de gastos para la semana, de tal forma que pueda ver cómo se comporta el gasto real con respecto a su presupuesto.
Si va excedido en el gasto, realice correcciones para los días posteriores de manera tal que evite sorpresas disgustos o problemas cuando regrese a su casa.
- En caso que realice algunas compras con tarjeta de crédito o débito durante sus vacaciones, trate de no perder de vista la tarjeta cuando realice los pagos.
Además revise que el monto en el comprobante de pago o voucher coincida con el monto total de la cuenta.
La recomendación es que no firme vouchers en blanco y los conserve todos para que pueda compararlos con los cobros que vengan reflejados en su próxima estado de cuenta.
Siga normas de seguridad
El presupuesto familiar también debe ser blindado por acciones de todos los miembros del hogar.
La OCF recomienda tener a mano los números de teléfono a los que debe comunicarse en caso de robo o extravío de su tarjeta.
Recuerde que las compras que se realicen con su tarjeta antes de que usted la reporte son su responsabilidad.
Si va realizar retiros de cajeros automáticos, revise que la ranura en la que debe introducir la tarjeta no presente signos de alteración, verifique que nadie pueda ver su pin mientras lo digita en el cajero.
Tampoco deseche el comprobante de la transacción que muestre el saldo de su cuenta en un lugar público.
Con estas simples actividades usted puede disfrutar de unas vacaciones de descanso sin preocupaciones futuras.