En conmemoración del Día Mundial de los Derechos del Consumidor organizaciones defensoras de los consumidores eligen anualmente un tema para divulgar a partir del 15 de marzo. En este 2019 la causa elegida es: “Productos inteligentes más confiables”.
Un dispositivo inteligente es un producto que puede conectarse, compartir e interactuar con su usuario y otros dispositivos. Estos dispositivos se conectan entre sí y con Internet a través de diferentes conexiones de comunicación.
Los productos inteligentes de consumo más populares son teléfonos inteligentes, consolas de videojuegos, televisores inteligentes, monitores de actividad física, relojes inteligentes, termostatos, juguetes y automóviles.
Dichos dispositivos son capaces de recopilar y analizar datos de usuarios y transmitirlos a otros dispositivos conectados en una red. Las redes de productos inteligentes también se conocen como Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés).
Según la organización Consumers International, varios estudios sugieren que actualmente hay 23.100 millones de dispositivos conectados a nivel mundial, una cifra que se espera se triplique para el 2025.
Para garantizar que todos los consumidores tengan acceso asequible a Internet y que haya productos conectados que sean relevantes para sus necesidades, hay 5 retos que las sociedades del mundo deberán resolver:
1. Mayor seguridad y mejor protección: Las pruebas de productos inteligentes realizadas por miembros de Consumers International revelaron que muchos son tan inseguros que alguien con habilidades mínimas de piratería puede acceder a cámaras y micrófonos, robar información personal o incluso comunicarse a través del dispositivo. Estos productos también pueden funcionar como una puerta de entrada a otros dispositivos inteligentes en el hogar.
2. Privacidad: Los productos inteligentes tienen su valor por los datos que utilizan. ¿Pero qué control hay sobre lo que se comparte y lo que se hace con esos datos? Un riesgo significativo en la privacidad de los datos se debe a que los dispositivos pueden comunicarse entre sí y transferir los datos de forma autónoma a terceros.
3. Acceso al mundo real, inclusión y asequibilidad: Los productos y servicios inteligentes están fuera del alcance de aquellas personas que no cuentan con Internet asequible y confiable. Actualmente, solo el 50% del mundo está en línea y para muchos de los que tienen acceso, los costos prohibitivos les impiden un uso regular. Los productos deben diseñarse de modo que sean relevantes y accesibles para los consumidores de bajos ingresos o los consumidores con discapacidades.
4. Información más accesible: Los consumidores pueden entender la funcionalidad del dispositivo, pero la forma en que se recopilan y utilizan sus datos y cómo se relaciona con el modelo de negocio de una empresa a menudo no está clara. Un estudio realizado por 25 reguladores internacionales de privacidad mostró que el 59% de los dispositivos no explicó adecuadamente a los clientes cómo se recopiló, utilizó y divulgó su información personal.
5. Más flexibilidad para elegir proveedores: Asegurarse de que los diferentes productos inteligentes que los consumidores poseen puedan comunicarse entre sí es importante para que los consumidores aprovechen al máximo sus dispositivos. Comprar un asistente para el hogar y descubrir que no puede conectarse a otros dispositivos limita severamente su funcionalidad. También existe el problema de estar bloqueado en un proveedor, ya que transferir datos e información entre proveedores es imposible. Para tener productos realmente abiertos, los consumidores necesitan poder comparar y cambiar de proveedor fácilmente.
Este 15 de marzo, e todo el mundo, consumidores, asociaciones de usuarios y organizaciones locales e internacionales aprovecharán el día para pedir acciones en temas importantes para los consumidores en sus países.
** Con información de Consumers International